Viajé a Nueva York la primera vez en mi vida en el hoy ya muy lejano 1985 y recuerdo que caminando por la Quinta Avenida descubrí una tienda de Coca-Cola, que no vendía precisamente refrescos, sino prendas de vestir estampadas con el clásico logo de la bebida más famosa del planeta, y es que por esa época resultaba muy cool tener por ejemplo un sweatshirt de color blanco estampado con grandes y vistosas  letras rojas que decían Coca-Cola. Era como tener puesta una pieza de arte pop. 

 

En es época Coca-Cola sabía del poder que la marca tenía y para conectar emocionalmente con sus clientes decidió que no había nada mejor que estampar el logo en una variedad muy amplia de productos, y ponerlos a la venta como si se tratara de una boutique. Durante algunos años las prendas con el logo causaron sensación, creándose una fiebre principalmente entre la gente joven que al ponerse una camiseta sentían que pertenecían "a un muy exclusivo club, el club de Coca-Cola".

 

Como todo en la vida la moda pasó y las tiendas cerraron (la marca solo mantuvo tres ubicaciones: la de Atlanta, la de Las Vegas y la de Orlando) pero quedó en el recuerdo de muchos, el momento en que Coca-Cola había llegado al pináculo de su popularidad y los consumidores lucían orgullosos el logo de la marca y lo exhibían como si se tratara de avisos publicitarios móviles. ¿Qué más podía pedir una marca?

Más de 40 años han pasado y cuando creíamos que las tiendas de Coca-Cola eran cosa del pasado las tiendas vuelven a aparecer, y Londres ha sido el lugar escogido para abrir la primera de muchas en el continente europeo. La tienda está ubicada en la calle de Long Acre en el corazón de Covent Garden, una calle donde hoy se encuentran boutiques de las más importantes marcas

 

Evidentemente la tienda es muy diferente a alguna de las que existían en los extravagantes ochenta, y es que hoy el público demanda mucho más que simple material de merchandising, el objetivo es crear experiencias y Coca-Cola lo tiene muy pero muy en claro. Para empezar las prendas de vestir son fabricadas en  "ediciones limitadas" realizadas en colaboración con las más prestigiosas marcas inglesas como Soho Grit, Alma de Ace, BAPE, Herschel, Staple, BE@RBRICK y muchas más... y es que hoy los clientes esperan mucho más que  sweatshirts con logos impresos...buscan moda.

 

Además de moda, la tienda cuenta con un Beverage Bar, donde se puede disfrutar de la popular bebida gaseosa en creativas combinaciones y adicionalmente si así se desea comprar latas y personalizarlas. Coca-Cola también se ha asegurado que todos los productos  sean fabricados con materiales reciclados y sean “eco-friendly”, y es que hoy estamos en una época muy diferente y ya las marcas no se pueden dar el lujo de poner sus logos en productos que no tengan estas características, más si se trata de marcas tan importantes y con tanta influencia.

Para los adictos a la marca la experiencia puede ser integral, ya que además de prendas de diseñador se pueden adquirir gorras, bolsos, libretas, fundas para laptops e inclusive zapatillas deportivas. Muchos de estos productos además de llevar el logo de la bebida gaseosa, cuentan con diseños alusivos a festividades globales, y en la tienda de Londres hoy se pueden encontrar productos con el logo de Coca-Cola pero que rinden un homenaje al día del orgullo gay, que se celebra mundialmente en junio.

 

Coca-Cola está apostando a la nostalgia de hoy cincuentones que vivieron como nadie la fiebre de los productos de la marca durante los ochenta, pero también intentan crear un vínculo emocional con los millennials y la generación z, a los cuáles hay que mantener como fieles clientes y que mejor que actualizar una vieja estrategia, pero ajustada a los nuevos tiempos.