Avenida Retail
Vuelve el Casio ochentero
30 de agosto
Tiempo de lectura: 3 minutos
Los relojes Casio, esos que estuvieron de toda moda a finales de los setenta e inicios de los ochenta se han convertido en los favoritos de muchos "hipsters" alrededor del mundo, que hoy los usan como un complemento a su característico y peculiar estilo y el recuerdo de una época que ya no existe.
A inicios de los ochenta cuando yo era un adolescente, dos objetos tecnológicos lograron captar toda mi atención y evidentemente deseo; el Walkman de Sony y el reloj digital de Casio llamado Casiotron. Ambos objetos eran un símbolo de todo lo moderno que la tecnología podía ofrecer y poseerlos era una manera de gritarle al mundo que uno era cool.
De tanto insistir, mis padres me compraron el reloj Casio en una moderna tienda de artículos electrónicos donde eran exhibidos como lo último de la tecnología moderna, como hoy lo hace Apple con su Apple Watch.
Me sentí feliz cuando tuve en mi muñeca el Casiotron plateado con pantalla de cristal líquido y la posibilidad de ver la hora, minutos, segundos y el día de la semana en letras y números y no en las típicas y anticuadas manecillas; ¿que más podía pedir un adolescente de esa época? pues definitivamente nada más.
Use orgulloso el reloj un par de años y sucedió lo que hasta el día de hoy sigue pasando: el modelo que yo tenía fue superado por otras versiones más modernas de la misma marca, con más aditamentos, al punto de hacerlos ver un tanto ridículos. Cuando pensé en cambiarlo mis padres me obsequiaron un reloj Citizen de estilo clásico con manecillas y a lo largo de todos estos años es el tipo de reloj que he utilizado, no he vuelto a caer rendido ante versiones digitales y la marca Casio quedó en el recuerdo como el primer artefacto tecnológico del cual fui el feliz propietario.
Durante los ochenta Casio continuó lanzando modelos diferentes del mismo reloj, con calculadora, cronómetro, diferentes zonas horarias, acuáticos, a prueba de golpes, pero poco a poco fue perdiendo vigencia dentro del mercado juvenil, que lo empezó a percibir como el típico reloj para nerds o geniecillos de la informática.
Para colmo de males durante en la misma época en la que Casio hacía denodados esfuerzos para seguir siendo atractivo para los jóvenes, se lanzó en Suiza una marca que revolucionó la categoría, nos estamos refiriendo a Swatch, que con sus muy sencillos pero coloridos relojes se convirtió en toda una tendencia. Millones de jóvenes alrededor del mundo sucumbieron a un reloj que no hacía más que dar la hora, pero el diseño colorido de las correas y las esferas lo convirtió en mucho mas que un reloj, lo hizo un accesorio y a Casio pues no le quedó más remedio que concentrare en su línea de calculadoras personales.
Pasaron los años y como suele suceder los productos exitosos del pasado siempre tienen una segunda oportunidad. A inicios del nuevo milenio; Casio decidió relanzar el tradicional modelo de los ochenta pero con un nuevo G-Shock, enfocándose esta vez en el mercado deportivo con versiones muy sofisticadas y funciones pensadas para actividades deportivas diferentes. Los colores eran tradicionales azul, negro, gris, pero también se les ocurrió lanzar una gama muy colorida, rojos estridentes, eléctricos amarillos y azules intensos, así el G-Shock se convirtió en un objeto de deseo para el mercado juvenil, que no tenía ni idea de la historia de la marca y menos había conocido el Casiotrón, era un poco como empezar de nuevo.
Pasaron los años y suele suceder los productos exitosos del pasado siempre tienen una segunda oportunidad. A inicios del nuevo milenio; Casio decidió relanzar el tradicional modelo de los ochenta pero con un nuevo G-Shock, enfocándose esta vez en el mercado deportivo con versiones muy sofisticadas y funciones pensadas para actividades deportivas diferentes. Los colores eran tradicionales azul, negro, gris, pero también se les ocurrió lanzar una gama muy colorida, rojos estridentes, eléctricos amarillos y azules intensos, así el G-Shock se convirtió en un objeto de deseo para el mercado juvenil, que no tenía ni idea de la historia de la marca y menos había conocido el Casiotrón, era un poco como empezar de nuevo.
Es usual que las marcas se reinventen y el G Shock de Casio es un claro ejemplo de ello, pero lo que nunca pudimos imaginar es que el Casiotron y otros modelos clásicos de la marca muy populares a inicios de los ochenta volvieran a la vida después de más de 35 años y que un grupo de consumidores cayeran rendido a sus pies por su simplicidad pero principalmente por lo que representan y simbolizan.
Antes del come back oficial de las versiones de Casio de los ochentas, se empezó a generar un fenómeno en plataformas de ventas online, la demanda por estos modelos empezaba a aumentar y lo que en algún momento no tenía casi valor, se empezó a a vender como piezas de colección. ¿Quiénes estaban detrás? pues una comunidad conocida como hipsters, personas con un estilo muy especial para vestirse, muy urbanos y que combinan las últimas tendencias con elementos del pasado, como bicicletas con canastillas, sombreros de los años cincuenta o anteojos con anchas monturas. Los hipsters de todo el mundo vieron en los antiguos modelos de Casio el accesorio perfecto para expresar un estilo: eran sencillos, relativamente económicos y tenían ese aire retro.
Casio se dio cuenta del fenómeno y vio que tenía una magnífica oportunidad de "hacer un dinerillo" y así relanzó los clásicos relojes ochenteros que los hipsters aceptaron felices, ya que se podían adquirir sin acudir a mercados paralelos. Pero Casio no solo lanzó sus clásicos modelos, sino que desarrolló una línea nueva, evidentemente inspirada en ellos, pero donde el color se convirtió en pieza clave; y es que había que aprovechar la tendencia, la cual se hizo más importante cuando aparecieron imágenes antiguas del presidente Barack Obama utilizando un reloj Casio clásico, lo que ayudó a crear una fascinación aún mayor por estos productos, ¿y es que quién no quiere parecerse al presidente más cool de Norteamérica?
Los adeptos a los clásicos de Casio sienten una conexión muy fuerte con una época que ya se fue, un tiempo donde según dicen ellos todo era más sencillo, menos rápido y más real. Era un tiempo en el que la tecnología empezaba a ser parte de nuestra vida diaria, pero no de manera avasalladora como hoy en día, sino de manera discreta y mesurada. Tener un Casio en la muñeca es una manera de recordar como dice el poeta Jorge Manrique "que todo tiempo pasado fue mejor".
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