Un emprendedor peruano, radicado en España, apasionado por la genealogía y la historia del Perú, decidió conmemorar el Bicentenario del Perú muy a su estilo; lanzando una serie de medallas que tienen como objetivo recordar a personajes que tuvieron mucho que ver con la gesta emancipadora y también los primeros años de vida republicana, pero cuyos nombres se pierden en las marismas del tiempo. Esta iniciativa merece ser destacada, ya que se trata de un esfuerzo personal donde la única intención es rendirle un homenaje al Perú a través de 9 peruanos inolvidables. Acá la historia:
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Por cuestiones del destino me tocó estar en México en el año 2010 durante la conmemoración del Bicentenario del Grito de Dolores -el acto con el que se dio inicio a la guerra de independencia de México- y los mexicanos, fieles a su estilo, no solo conmemoraron sino también celebraron y lo hicieron a lo grande. Muchas fueron las empresas e instituciones gubernamentales que decidieron lanzar distintos productos para conmemorar tan importante acontecimiento.
Durante todo el 2010 México le gritó al mundo que estaba celebrando y lo hizo a través de una lista interminable de objetos, desde libros, monedas, estampillas, pasando por los más variados "souvenirs", de esos que les encantan comprar a los turistas y terminan pegados en una refrigeradora. Se trataba de conmemorar y celebrar, y realmente no era para menos.
En el 2021 el Perú está de cumpleaños -y si bien no ha sido un año para muchas conmemoraciones y menos aún celebraciones- nos imaginábamos que por lo menos algunas empresas -de las importantes- lanzarían con mucha anticipación productos conmemorativos que nos recordaran la gesta emancipadora y los personajes en ella involucrados. Y es que 200 años no se cumplen todos los días.
El pasado mes de julio llegaron las Fiestas Patrias y entre la pandemia, la segunda ola, la variante Delta y el conteo de votos para decidir quien finalmente sería el nuevo Presidente del país, la conmemoración del Bicentenario de la Independencia del Perú pasó totalmente inadvertida, casi podríamos decir que no sucedió nada...pero la realidad es que en algunos lugares si sucedió.
La historia que hoy les traemos ocurre muy lejos del Perú, para ser más exactos a 9,615 kilómetros de distancia, en la ciudad de Palma, capital de la isla de Mallorca, donde nos encontramos a un peruano que a pesar de la distancia y el tiempo sigue, como dice la canción de Eva Ayllon "enamorado de su país".
Gracias a un amigo de un amigo descubrimos a este personaje increíble, se trata de Gonzalo Borda Tarazewicz (Lima,1966) peruano de ascendencia española-polaca, experto en Genealogía, Heráldica y Nobiliaria, al cual el destino lo llevó a vivir en esta isla del Mediterráneo. Allí profundizó el estudio de su gran pasión: la genealogía -el estudio y seguimiento de la ascendencia y descendencia de una persona o familia- y durante muchos años se la ha pasado investigando en bibliotecas y archivos con un propósito claro: seguir indagando en la búsqueda de sus antepasados y los vínculos existentes entre ellos, llegando a rastrear "a su gente" como si se tratara de un detective, por casi cuatro siglos de historia.
En este fascinante viaje al pasado descubrió que muchos de sus ancestros desempeñaron roles importantes durante los primeros 100 años de vida republicana, personajes que la gran mayoría de nosotros no tiene en el "radar histórico", ya que lo típico del común y corriente de los peruanos es conocer a San Martín, Bolívar y a Ramón Castilla, por citar algunos nombres.
Borda ha logrado desenterrar del pasado a personajes increíbles, con vidas muy interesantes y rendirles muy a su estilo un especial homenaje y para ello ha desarrollado un proyecto que lleva el lema de "Patria Non Immemor" que en cristiano y para los que no hablamos latín significa "La Patria no olvida". Se trata de una serie de 10 medallas conmemorativas que traen al presente justamente a estos personajes, cada uno asociado a un evento sucedido durante la iniciación de la república.
Así aparecen nombres como Melchor Sevilla, Jose M. Sevilla Escajadillo, Mariano Pastor Sevilla, José Gálvez Egúsquiza, José Gálvez Moreno, Carlos Ferreyros Senra, Manuel Ferreyros Senra, Mariano Borda Normantes y Manuel B. Ferreyros de la Mata, todos relacionados familiarmente dentro su propia genealogía, en una sucesión de historias engarzadas realmente fascinante.
Con lenguaje pausado, pero muy emocionado, Gonzalo nos contó con precisión las relaciones genealógicas de quiénes fueron cada uno de estos personajes y el papel que desempeñaron en ese proyecto llamado Perú y como fueron llenando uno por uno su propio espacio, como si se tratara de un enorme rompecabezas que cuenta una historia que cubre varias décadas, y que en realidad nos habla de una misma familia.
"Te sorprendería saber lo relacionadas que estaban las familias de Lima, especialmente de la Belle Epòque...todos, de una u otra manera, tenemos troncos familiares comunes...la genealogía te permite descubrir justamente eso y en mis investigaciones siempre, por una u otra razón, quedo gratamente sorprendido...está siendo un trabajo emocionante" nos comenta Gonzalo.
La primera entrega de esta colección de 10 medallas rinde homenaje a Melchor Sevilla, en cuya casona de la ciudad de Lambayeque se realizó la Jura del Acta de la Independencia, un 27 de diciembre de 1820, mucho antes que lo hiciera San Martín en la Plaza Mayor de Lima, el 28 de julio de 1821, -de lo cual, como imaginarán, no tenía ni la menor idea- pero gracias a la paciencia de Gonzalo lo fui descubriendo, entre varios cigarros e interminables copas de vino.
Esta primera medalla bañada en plata tiene un diámetro de 40mm, un espesor de 3mm y un peso de 32gr. En el anverso se rinde homenaje a Lambayeque y en el reverso se aprecia un fino altorelieve de la casona histórica. Es un objeto cargado de historia que te lleva a concluir que las cosas, por lo general, no son como te las cuentan y que muchos eventos relevantes son dejados de lado u olvidados por diversas razones y son pasados, como decía un profesor "por agüita tibia".
Gonzalo Borda está muy orgulloso de este emprendimiento y es su manera personal de rendirle un homenaje a sus antepasados -y evidentemente al Perú- pero la idea principal es que cada una de las medallas desempeñe un rol educativo, que sea un vehículo para compartir conocimiento y docencia, ya que como él señala "las medallas no sólo tienen la intención de rendir homenajes o evocar recuerdos, el objetivo principal es ofrecer otra historia dentro de la historia...eso es lo que me motiva y me mueve"... y vaya que lo ha logrado.
Si está interesado en la primera medalla basta contactar a Gonzalo Borda. Podrá adquirir mucho más que un recuerdo, tendrá un pedazo de historia en sus manos, y si tiene la suerte que tuve yo, tendrá una conversación fascinante con un enamorado del Perú... puede escribir a gborda@outlook.com
