Hoy es un fenómeno mundial y sus carteras con el símbolo del galgo se han vuelto objetos de deseo en todo el mundo; pero no todo siempre fue tan sencillo para las hermanas Domínguez, creadoras de la marca.
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Bimba y Lola, la marca española de accesorios cumple 15 años, y luego de arduo trabajo, pasión y excelente diseño se coloca como una de las líderes de la categoría.
¿Dónde ha radicado el éxito de la marca? pues en la pasión que las diseñadoras María y Uxía Dominguez, sobrinas del conocido Adolfo Domínguez e hijas de Jesús Domínguez, socio fundador de la Sociedad Textil Lonia (STL), una de las empresas de moda más relevantes de Galicia, responsable de CH Carolina Herrera o Purificación García; le ponen a su trabajo, intentado crear un universo distinto, muy propio y particular en el que se combina arte y cultura para hacernos disfrutar de un producto espectacular, donde se resalta lo sencillo de la vida pero con un toque de sofisticación y refinamiento logrando ese “je ne sais quoi”, como dirían los franceses, que la hace única.
A diferencia de otros diseñadores que viven bajo el reflector, las hermanas Domínguez han decidido vivir apartadas de todo esto y concentrarse en lo que más les gusta: diseñar, al punto que durante los inicios de la marca muchos de los clientes pensaban que ésta era de propiedad de Bimba Bosé, sobrina de Miguel Bosé (fallecida en el 2017) o que las diseñadoras se llamaban Bimba y Lola, cuando en realidad Bimba y Lola son los nombres de los perros de las hermanas Domínguez y el logo con el galgo característico de la marca es un homenaje eterno para ellos.
El lujo asequible es una de las principales claves para entender su éxito. Tanto sus accesorios (punto fuerte de la marca) como su ropa han sabido dar en el clavo. La relación calidad-precio de sus creaciones satisface las necesidades de un amplio espectro de mujeres de distintas edades y clases sociales. Desde aquellas que no pueden permitirse desembolsar miles de euros por un bolso pero ahorran para invertir en una pieza de mayor calidad que las que ofrece el "low cost" hasta las que tienen una economía holgada pero identifican Bimba y Lola con diseño especial premium. A pesar de que existen otras firmas en el mercado español dirigidas al mismo segmento, el galgo consiguió posicionarse como un símbolo de estatus a precio razonable. Supieron ser más modernos y divertidos que otras marcas similares.
Es imposible pasear por la calle de Madrid o Barcelona, tomar el metro o ir de compras a un centro comercial y no toparse con un cartera Bimba y Lola. Lo reconocerán por el inconfundible logo con forma de galgo, aunque la tarea puede complicarse si hablamos de autenticidad. Es posible que Bimba y Lola sea la marca española más pirateada. Esto ha convertido el perro metalizado en un objeto de deseo que hace que hoy se falsifique al mejor estilo de los productos Vuitton o Hermes.
Frente a la piratería la marca ha logrado reinventarse y en sus últimas colecciones ha sustituido el logo del galgo por el nombre de la marca en distintas tipografías e incluso ha lanzado bolsos y monederos sin ningún tipo de referencia a Bimba y Lola.
Sin importar si llevan el "perrito" o no, las carteras son su pieza más icónica que ha hecho de la marca todo un fenómeno que sigue creciendo por el mundo y captando adeptas que se dejan seducir por este diseño urbano, elegante y con mucha onda.