Si retrocedemos mentalmente a junio del 2020 nos encontraremos  un escenario casi apocalíptico, eran los primeros meses de la pandemia y la humanidad desesperadamente buscaba una solución a lo que en ese momento parecía no tenerla. Al no tener mayor información respecto de como el Covid-19 se transmitía, muchos se refugiaron en decisiones absurdas y una de ellas fue la de comprar papel higiénico, como si por el hecho de tener rollos y rollos guardados en casa el virus fuera a desaparecer mágicamente.

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Frenta a lo desconocido las decisiones absurdas e ilógicas no son extrañas, y las imágenes de millones alrededor del mundo luchando por adquirir papel higiénico quedarán en la retina de todos los que vivimos la pandemia.

 

Las existencias de un producto básico, sencillo y económico se agotaron. Perdón “dije económico” pues no necesariamente, ya que frente a las escasez, también se agotaron las versiones más costosas y no vayan a pensar que a falta de Cottonelle las personas decidieron comprar Charmin, las decisiones fueron tan descabelladas que hasta la marca Hanebisho, donde la caja de 8 rollos tiene un valor de $102, se agotó. Afortunadamente esas épocas quedaron atrás, pero no pudimos resistirnos a averiguar porque un rollo de sencillo papel higiénico tiene un costo de $13. Y vaya que nos sorprendimos con lo que encontramos.

El papel higiénico Hanebisho es de lejos la marca de lujo en la categoría, pero no vayan a pensar que se trata de una estrategia de marketing para vender más…cada rollo es una auténtica obra de arte, independientemente del destino que vaya tener, y es que para muchos el producto con el que nos limpiamos “la colita” merece estar fabricado con lo mejor de lo mejor.

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¿Qué hace a Hanebisho tan especial? Pues para empezar está hecho de fibra de madera importada de Canadá. La fibra es tratada con agua de las vertientes del río Nyodo que ocupó el primer lugar en el 2010 dentro del ranking nacional de Calidad del Agua de los ríos japoneses. El proceso de producción es idéntico al de un waffle: se introduce en un quemador no demasiado caliente ni demasiado frío donde la parte exterior se tuesta ligeramente y la parte del medio queda esponjosa; esto asegura que cada centímetro del papel sea perfectamente suave. A esto también contribuye el hecho que el secado se realiza más lentamente que los métodos habituales, el resultado son unos rollos de gran tamaño que son la base para fabricar rollos más pequeños. ¿Hasta aquí vamos bien? 

En cada gran rollo se graba la fecha de fabricación y luego se  envía al área de control de calidad para asegurar la perfección del producto. Durante los últimos 10 años se ha revisado cada rollo a fin de asegurar que se encuentra dentro de los rangos de calidad exigidos por la marca, trabajo que realiza un experimentado “maestro papelero” que tiene la capacidad de determinar que rollos pasan a la siguiente etapa y cuáles no.

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Luego de los controles de calidad, el rollo se envía al área de diseño donde el papel es grabado con coloridos e intrincados diseños que aseguran que sin importar cómo se corte el papel, el diseño siempre podrá ser apreciado. El gran rollo se corta en rollos más pequeños que son envueltos a mano en un papel tradicional fabricado en el distrito de Koshi (donde se encuentra la fábrica de Hanebisho) llamado "Tosa Washi", para luego ser empacados en sets de 8 rollos en hermosas caja elaboradas por artesanos de Kyoto.

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¿Todo esto para hacer papel higiénico? Pues la respuesta es si, y a esto tendríamos que añadir que solo se fabrican 150 rollos diarios, por lo que si desea comprarlo y evidentemente utilizarlo “usted ya sabe para que”... debe ordenarlo con anticipación. 

¿Quién lo compra? pues personas con recursos y no cualquier común mortal, porque a pesar que cada rollo cuesta $13, los precios totales al año pueden ser de terror. Según el MIT, Massachusetts Institute of Technology, la persona promedio utiliza 3 rollos por mes, una familia de 4, utilizará 144 rollos al año, que si fueran Hanebisho significaría un presupuesto anual de $1872, esto comparado con los $120 que se gastaría si se compra un papel regular. 

 

Afortunadamente para Hanebisho, el producto tiene alta demanda, y entre sus principales clientes se encuentran la casa real japonesa que solo consume esta marca desde hace ya muchos años. El emperador Naruhito-1960, la emperatriz Masako-1963, y 15 miembros más de la familia tienen a esta marca de papel higiénico como una de sus grandes debilidades, efectivamente no muy promocionada, pero lo cierto es que se requiere de un considerable presupuesto para poder proveer anualmente a la casa real de un producto de esta naturaleza. Definitivamente hay personas que pueden cuidar sus "colitas" con lo mejor de lo mejor.

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La próxima vez que vaya al supermercado y pase por la góndola del papel higiénico, no se deprima ni se sienta mal, recuerde que al final cualquier marca tiene el mismo y glorioso destino.