Quizás usted no la conozca, pero Muji es una de las marcas de retail más poderosas de Japón. La firma consultora Brand Japan ha venido evaluando desde los últimos 8 años el valor de más de 1,100 marcas en el “País del Sol Naciente”, y Muji siempre se ha ubicado en el top 20, puesto muy importante en un mercado tan evolucionado como el japonés. ¿Pero qué es Muji?: pues se trata de una marca con un concepto único y peculiar que la hace diferente de cualquier otra: “Muji es una marca que no quiere ser una marca”. 

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Esto que para muchos expertos en branding podría parecer un disparate, es la razón de existir de la marca, que optó desde sus inicios por una estrategia que consistía en diseñar y producir artículos de excelente calidad, pero sin etiquetas visibles, sin logos externos, y esto inclusive se vio reflejado en las dos palabras que escogieron para denominar a la empresa: Mujirushi (sin-marca) y Ryohin (productos de calidad), y esta característica es sobre la que se construye el ADN de Muji, una empresa que prefiere productos donde los logos son lo menos importante.

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La filosofía de Muji esta basada en desarrollar productos que hagan exactamente las funciones para las que fueron creados, no más no menos. No pretenden a través de inmensos logos, o un branding potente decir que los productos son más de lo que realmente son, como muchas otras marcas lo hacen, sino todo lo contrario. Cada producto de Muji ha sido minuciosamente desarrollado con la promesa de ser lo que son y punto, todo lo superfluo e irrelevante ha sido retirado ya que el objetivo es alcanzar lo extraordinario de manera simple, sin ofrecer lo que no se puede cumplir.

Soportada en el diseño minimalista propio de Japón, Muji ha logrado conectar emocionalmente con los consumidores, convirtiéndose con los años en un referente de diseño para todos esos productos de uso diario, aquéllos con los que convivimos día a día, y que van por ejemplo desde una sencilla libreta de notas, paseando por un lapicero o un muy sofisticado reloj de mesa pero de diseño limpio y lineal. Muji no tiene productos recargados o excesivamente adornados, todo es “perfectamente sencillo”.

 

Fundada en 1983 como una subsidiaria del supermercado Seiyu, Muji ha ido creciendo hasta llegar a tener más de 330 tiendas alrededor del mundo; donde un tercio están fuera de Japón. Hoy son muchas las ciudades que  han caído rendidas al poder de esta marca que hace lo que dice, y que no ofrece más de lo que puede cumplir y no genera falsas expectativas.

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Una visita a cualquiera de las tiendas Muji es definitivamente toda una experiencia visual que comienza desde el aroma peculiar con el que el visitante es bienvenido; esto resultado de los aromatizadores eléctricos que se encuentran en una exhibición próxima al ingreso. 

 

Las prendas no tienen logos ni marcas en ningún lado. Lo que sería un sacrilegio para Tommy Hilfiger o Gap es el standard en Muji, donde además se utiliza una gama de colores neutra: blanco, beige, azul, nada en tonos brillantes y estridentes. La respuesta de Muji frente a porque no poner los en las prendas es: ¿Para que quieres una marca si lo importante eres tú? y basta pensar un poco en esto para darnos cuenta de lo profundo del mensaje

La decoración de las tiendas hace “match perfecto” con el diseño de los productos y la filosofía de la marca. Todo está pensando para generar un ambiente de tranquilidad, desde la música de fondo hasta la iluminación. Los vendedores son amables, pero no invasivos, siempre dispuestos a ayudar sin generar presión. En esencia Muji es una marca que proyecta un estilo muy distinto al de sus competidores que se aferran al color y los logos.

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La zona de accesorios de cocina por ejemplo es sencilla pero funcional, cada objeto forma parte de un concierto estructurado como si se tratara de un gran rompecabezas. Si avanzamos un poco más encontraremos una muy completa sección de papelería donde esta lo justo y preciso; si buscas un cuaderno encontraras uno de 50 hojas y no de 200, porque la realidad es que muy pocos llenan un cuaderno completo; prefieren armar packs de 4 cuadernos de 50, todos en carátulas color natural y con detalles lineales en tonos tierra.

No resulta sorprendente que dentro de la filosofía de la marca haya una marcada preocupación por el ambiente; y esto se traduce en los materiales con los que son fabricados los productos: materias primas naturales, recicladas y biodegradables y para el caso de las prendas de vestir utilizando fibras y tintes naturales.

 

Así pues esta marca que decidió utilizar como estrategia, lo que para muchos sería un locura: lanzar productos sin marca; ha convertido este contrasentido en su principal fortaleza, atrayendo "millennials" cansados de vestir prendas con inmensos logos y que buscan hoy la individualidad y la simpleza. Así por ejemplo la tienda de Muji en el Soho el distrito más "hipster" de Nueva York es un ejemplo claro de como una marca hace "match" perfecto con un nicho de mercado donde lo curioso es que a pesar del visible éxito, en estos años no ha tenido que enfrentar competidores que imiten el concepto;  y es esto quizás se deba, porque su filosofía resulta aún absurda para otros "retailers" que prefieren estrategias tradicionales o porque sencillamente lo que hace Muji  les resulta incomprensible. 

Muji es un marca totalmente inusual, que tiene como objetivo fundamental generar un estrecho vínculo emocional a través de un concepto único, donde los clientes sienten que los productos han sido diseñados pensando en ellos y que son sólo lo que son...no más.

 

Los consumidores de hoy están cansados de promesas incumplidas, de productos que les dicen que al usarlos mágicamente sus vidas serán excitantes, divertidas y actuales. Muji hace precisamente todo lo contrario: “no les dice nada y deja que los productos hablen por la marca” la idea es que los clientes alcancen al utilizarlos  balance personal y que si sus productos los pueden ayudar  a lograrlo están listos para atenderlos, sin presiones, sin falsas promesas, con un diseño impecable y un precio razonable. Comunicación clara, sencilla y veraz. Y eso es hoy lo que se espera de una marca.