Thierry Mugler es una muy reconocida marca de moda, fundada por el diseñador que lleva su nombre en 1974 y que desde el 2020 es propiedad del grupo L’Oréal, cuando ésta la adquirió de la empresa de cosméticos Clarins.  Mugler hoy cuenta con una división de moda, y la de fragancias que es definitivamente la más rentable. Aún se recuerda que la marca lanzó en 1992 “Angel”; una fragancia de tonos orientales que se convirtió en el perfume más vendido de Francia y el segundo más vendido de Europa. Hoy -treinta años después- aún se mantiene en el top de los diez más vendidos a nivel mundial.   

Una marca con ventas que rondean los € 350 millones de euros no se puede descuidar y menos permitir perder participación de mercado y para ello debe tener en puestos claves a personas con experiencia, pero también lo suficientemente innovadoras para estar al día con un mercado fluctuante y consumidores que desean más que nada vivir experiencias.

Desde el 2018 Mugler estaba a cargo de Pascal Conte-Jodra, que venía de trabajar en el grupo LVMH, como Global Vice President Finance & Business Controlling para la marca Marc Jacobs en Nueva York; y antes de esa posición se desempeñó como vicepresidente a cargo de la expansión y planificación estratégica para Carolina Herrera (propiedad del grupo Puig).

Como vicepresidente a cargo de expansión y planificación estratégica, Conte-Jodra llevó a Mugler a un renacimiento, atrayendo consumidores que antes no  tenían la marca en el radar y que de no conocerla pasaron a convertirse en fieles clientes; pero como dice el dicho “nada dura para siempre” y Conte-Jodra comunicó hace unos meses a L’Oréal que tenía otros planes y debía dejar la marca. 

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El pasado jueves 27 de abril  Danièle Lahana-Aidenbaum, presidenta de Mugler, anunció que el canadiense Adrian Corsin sería el director general. Corsin proviene del sector de la belleza, trabajó para la división de fragancias de Dior y fue contratado en el 2022 como director de moda, para darle un “baño de modernidad” a la marca. 

Pues aparentemente los resultados de Corsin fueron tan buenos que  el grupo L’Oréal decidió darle una oportunidad y suceder a Conte-Jodra. Adrian Corsin deberá continuar el  impulso que Conte-Jodra le imprió durante su mandato y dedicarse a la expansión de la marca. 

Corsin, cuenta con más de quince años de experiencia en el sector de la moda, es Licenciado en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad de Nueva York. El directivo empezó su carrera en 2008 en L’Oréal pasando por diversos cargos de responsabilidad. En 2017, Corsin decidió que era momento de dejar la empresa que lo vio crecer y le dijo adiós a L’Oréal, para pasarse a las filas de Dior Parfums, donde empezó como director de la línea de productos faciales.

Hasta el 2022, Corsin ocupaba en Dior el cargo de director internacional de comercio electrónico para la división de maquillaje, puesto donde estuvo dos años. En septiembre del año pasado, el directivo entró en Mugler como responsable del programa de aceleración para la división de moda; y debido a su éxito, pues L’Oréal consideró que él era el sucesor natural de Conte-Jodra. Veremos como le va; y es que así como sucede en las monarquías: “a rey muerto, rey puesto”… “que viva Adrian Corsin”.