Conocida por sus vestidos extravagantes, sus fabulosos peinados y por ser nada más y nada menos que la reina de Francia; María Antonieta (1755 - 1793), vivió durante su corta vida -murió a los 37 años- rodeada de un mundo de lujos y excesos, que fueron admirados pero también duramente criticados por quienes al final pidieron su cabeza. Pero lo más interesante de este personaje es que si la trajéramos al presente, con seguridad sería una de las influencers más importantes del mundo y es que al mejor estilo de las actuales celebrities: María Antonieta en su época dictaba moda y despertaba pasiones pero también odios; nada muy diferente a lo que hoy sucede con las “reinas” de las redes sociales.

 

A María Antonieta se le suele representar como una mujer frívola, un tanto ingenua, más interesada en vestidos, zapatos y fiestas; pero esa era sólo una faceta de las muchas que tenía; ya que si bien tenía una adicción enfermiza por la moda, tuvo que abrirse campo con solo 18 años en una corte que la adulaba pero a sus espaldas la quería destruída.

Su fascinación por la ropa y la moda a pesar de lo superficial que pueda parecer, fue la única manera que encontró para controlar su entorno, y en la corte de Francia del siglo XVIII la apariencia lo era todo; ¿le suena familiar?. María Antonieta a través de la moda pudo controlar a un ejército de cortesanos que conspiraban en su contra y haciéndolos sucumbir ante su estilo y elegancia única; así los tenía a sus pies.

 

María Antonieta se convirtió en un ícono de la moda de su tiempo con el fin de influenciar y así poder destacar en un mundo donde las mujeres desempeñaban un papel poco importante. A través de sus vestidos dejó muy en claro que iba a vivir de acuerdo a sus propias reglas, incluso en un lugar tan parametrado como la corte de Versalles. Decidió por ejemplo construirse un pequeño palacio privado  llamado el Trianon, donde se reunía con sus amigos más cercanos y dicen las malas lenguas que con sus también con sus furtivos amantes.

Una transgresora de las reglas de su época; las conductas, comportamientos y actitudes de la reina eran la comidilla de la corte y si hubiera existido algo parecido a la revista Hola, le hubieran dedicado cientos de páginas; ya que a pesar de ser criticada también era admirada.

 

María Antonieta era lo que hoy se conoce como una “fashionista” y cada aparición generaba lo mismo que sucede hoy cuando Lady Gaga aparece en una alfombra roja; y es que la reina quería eso, provocar y lo hacía con cada uno de sus vestidos, muy bien asesorada por su diseñadora de cabecera Rose Bertin (1747 – 1813). Cada diseño era inmediatamente copiado por las damas de la corte que estaban dispuestas a zambullirse en los extravagantes vestidos que la reina utilizaba con tal de parecerse un poco a ella y nada que decir de los peinados; María Antonieta lucía estilos que desafiaban a la gravedad.

Léonard Autié (1751 – 1820); era el hombre encargado del peinado de la reina y tenía la difícil tarea de complacer los pedidos de la soberana y hacer estilos cada vez más altos y extravagantes. Léonard se convirtió en su cómplice y favorito, creando peinados inimaginables y maravillosos que construyeron una imagen sensual y manipuladora, imponente, fuerte y ecléctica. Misma que le valió un “status” de idolatría a tal grado, que las damas de la nobleza empezaron a imitar los peinados de la reina; todas querían tener el peinado de la reina.

 

​La historia de María Antonieta desafortunadamente no acabó bien, fue guillotinada el 16 de noviembre de 1793, acusada de ser enemiga de la nación francesa; pero más allá de su triste final nadie puede dejar de reconocer que durante los años en los que vivió en la corte de Versalles se convirtió en una “influencer” de su tiempo y con seguridad si hubiera tenido una cuenta de Instagram tendrían millones de seguidores que como en esa época la hubieran admirado y también criticado, pero no hubieran resistido a seguir su vida en las redes sociales y las revistas del corazón con seguridad las imágenes hubieran sido muy parecidas a las de la película María Antonieta (2006) de la Directora Sofía Coppola (Nueva York - 1971) que retrató de manera magistral la mundana vida de la reina francesa en la corte y cuyas imágenes con las que ilustramos la nota sirven para reflejar ese mundo decadente pero a la vez fascinante de María Antonieta en Versalles.