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Las Torres Gemelas fueron diseñadas para ser los edificios más altos del mundo y desde su inauguración el 4 de abril de 1973 se conviertieron en un símbolo del poderío norteamericano, pero también “sin saberlo” en un blanco vulnerable, y es que en la época en las que fueron construidas nadie pudo imaginar que sucedería lo que desafortunadamente pasó. Esta es la historia del World Trade Center antes del 11 de septiembre.

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Las Torres Gemelas reinaron en Nueva York por exactamente 28 años y 5 meses; y durante estas casi tres décadas se convirtieron en no solamente un muy dinámico lugar de trabajo y compras, sino en un espacio publico vivo. Muchos ignoran que cuando fueron inaguradas en el ya lejano 1973 las críticas respecto de su atrevida altura y diseño severo llenaron hojas de periódicos. Los neoyorkinos estaban esperando algo más parecido al clásico estilo del Empire State o del Edificio Chrysler, y lo cierto fue que las Torres Gemelas -diseñadas por el arquitecto japonés Minoru Yamasaki (1912-1986)- eran todo lo contrario, pero con el paso del tiempo poco a poco estos edificios se fueron ganando el corazón de los habitantes de “La Gran Manzana” y en pocos años ya eran tan queridos como la Estatua de la Libertad o el Central Park.

 

Desafortunadamente no solo se ganaron el cariño de millones de norteamericanos, sino que empezaron a ser vistas como el blanco perfecto para atentados terroristas. El 26 de febrero de 1993, a las 12:17pm, un camión de la empresa Ryder que contenía 680 kilogramos de explosivos, estacionado por el enajenado Ramzi Yousef, -nacido en Irak  y que hoy paga condena de cadena perpetua en una carcel del Estado de Colorado- hace explosión dejando un agujero de 30 metros2 a través de los cinco subniveles del parking, muriendo 6 personas. 

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Pero volvamos un poco más atrás a una época muy  diferente, viajemos mentalmente al año 1943 en plena Segunda Guerra Mundial en la que los norteamericanos peleaban en dos frentes -en Europa y en el Pacífico-, pero mientras esto sucedía, en Nueva York se empezaba a hablar de la necesidad de tener un Centro Mundial de Comercio o World Trade Center, es decir un complejo arquitectónico diseñado para promover el comercio a nivel interno pero también con el mundo, es más se le autorizó a Thomas E. Dewey (1902-1971) -por esa época Gobernador del estado de Nueva York- a iniciar el desarrollo de un proyecto, emocionado Dewey convocó arquitectos, pensando que su nombre pasaría a la posteridad, pero era un mal momento, la guerra consumía recursos y resultaba absurdo pensar en construir algo mientras miles de jóvenes morían y el país se desangraba. Los planes de un World Trade Center fueron suspendidos hasta nuevo aviso. 

 

Terminó la guerra y Nueva York se convirtió en la década de los cincuenta en el centro de la economía mundial, la ciudad experimentó un crecimiento nunca antes visto, pero se construía principalmente en el centro de Manhattan, en lo que hoy se denomina “Mid Town”, dejando la zona del sur o el “Lower Manhattan” sin cambios. 

 

A inicios de la década de los sesenta entra en la jugada el millonario David Rockefeller (1915-2017), que sugiere que con la finalidad de estimular la renovación urbana en el sur, el tan ansiado proyecto del World Trade Center fuera liderado por la Autoridad Portuaria de Nueva York y que se construyera en el "Lower Manhattan"; donde curiosamente Rockefeller tenía terrenos, "y es que estos millonarios no dan puntada sin hilo".

 

Los planes para la construcción de esta mega obra empezaron en 1961, para lo que ya se había identificado un terreno sobre el río este, pero por la ubicación la Autoridad Portuaria requería la autorización tanto del Gobernador de Nueva York, como  la del Gobernador de Nueva Jersey, éste último se opuso ferozmente a que se gastaran $335 millones de dólares en una obra de esa naturaleza, la cual a él no le traería ningún beneficio directo, -la realidad era que no quería que otro se colgara la medallita-,  así las conversaciones entre la Autoridad Portuaria y Nueva Jersey quedaron en nada y el proyecto en "stand by"

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A finales de 1961 sucede un hecho que le daría una segunda oportunidad al proyecto: desde principios del Siglo XX los habitantes de Nueva Jersey llegaban a Nueva York utilizando el Ferrocarril de Hudson y Manhattan, pero el flujo había bajado de manera alarmante, así por ejemplo si en 1927 se realizaban 113 millones de viajes, con la construcción de nuevos túneles y puentes para automóviles, el número de viajes se redujo a 26 millones en 1958, lo cual ponía en jaque la supervivencia del ferrocarril. Se retoman las conversaciones con el nuevo Gobernador de Nueva Jersey y la Autoridad Portuaria se compromete a trasladar el proyecto del World Trade Center al terreno donde estaba ubicada la Estación Hudson, en el lado oeste del "Lower Manhattan", la cual era una ubicación mucho más adecuada para los pasajeros que llegaban en tren desde Nueva Jersey, así finalmente el proyecto obtuvo luz verde.

 

En 1962 se anunció que el arquitecto sería Minoru Yamasaki (1912-1986), un experimentado arquitecto de ascendencia japonesa nacido en Seattle. Yamasaki desarrolló un proyecto en el que se consideraban dos torres cada una de 80 pisos de altura, pero que luego fue cambiado a 110, ya que la Autoridad Portuaria requería 930,000 m2 de oficinas arrendables..."para que puedan dimensionar que significan estos m2 de área arrendable, pues era como si en dos edificios se concentraran tres Disneylandias".

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Un tema clave a resolver debido a la altura de los edificios eran los ascensores, pero Yamasaki y su equipo resolvieron el problema con una idea innovadora para la época -y hoy tan común como el café con leche- diseñar dos vestíbulos especiales, que permitían o bien tomar ascensores del tipo express que paraban en determinados pisos, o los que paraban en todos los pisos, era como si se tratara de una estación de metro, con posibilidad de hacer transbordo de ascensor a ascensor -cada ascensor express tenía capacidad para albergar 55 personas-, el proyecto en su totalidad fue diseñado para contar con 198 ascensores en total, realmente impresionante para esa época. El proyecto también incluía otros cuatro edificios de poca altura. Así pues sobre un terreno de 65,000m2 en lo que era el Radio Row -manzanas enteras dedicadas a la venta de radios y equipos electrónicos- se construiría el proyecto arquitectónico más ambicioso de la década.

 

Construirlo no fue fácil ya que el terreno sobre el que reposaría el World Trade Center era de mala calidad, arenoso, por lo que se requirió hacer una excavación a un nivel mucho más profundo de lo que originalmente se había pensado, hasta llegar a un lecho de roca lo suficientemente duro para poder construir, -comentan los expertos que se tuvo que cavar hasta encontrar un suelo formado hace 450 millones de años-. El agua también fue otro problema, ya que las filtraciones naturales del río Hudson ponían en riesgo la obra, para ello se tuvo que construir una barrera a prueba de agua durante todo el tiempo que duró la excavación. Para que tengan una idea de la magnitud del proyecto se retiraron 917,000m3 que fueron utilizados para expandir la isla, concretamente la zona del Battery Park.

Las obras empezaron en 1966 y los primeros inquilinos se mudaron en diciembre de 1970, pero la inauguración oficial se realizó el 4 de abril de 1973. La obra tuvo un costo de $900 millones de dólares.

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El World Trade Center fue el centro de operaciones de 430 empresas de 28 países diferentes, principalmente empresas financieras, bancos, compañías de seguro, abogados y también oficinas de gobierno, era un lugar donde literalmente el mundo entero se encontraba reunido y se convirtió desde su inauguración en un punto de atracción visitado por miles de personas diariamente. En sus primeros niveles operaba un área comercial muy dinámica, más de 43,000 m2 de locales comerciales, 75 marcas diferentes en todas las categorías, desde restaurantes de comida del mundo entero, pasando por bancos, boutiques y librerías, se trataba de un Centro Comercial vivo, y un lugar que se convirtió en el foco de la zona sur de Manhattan. Era tan relevante el poder de atracción de este complejo que tenía su propio Código Postal el 10048.

 

Además de la oferta comercial y las oficinas, el complejo contaba con espacios públicos que eran utilizados para exposiciones, conciertos, y muestras de arte, realmente el World Trade Center cumplía su papel integrador de ser mucho más que un edificio, sino un lugar de reunión como si se tratara de un parque o una plaza. Desafortunadamente este rol integrador se convirtió en su peor debilidad, al punto que sucedió lo que sucedió. El 11 de septiembre del 2001 el coloso del “Lower Manhattan” vivió su último día y en su caída arrastró a 2977 personas.

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