“Yo solo soy una chica parada delante de un chico, pidiendole a él que la ame”. Esta es la frase más representativa de la película Notting Hill -1999, la cual es dicha por Ana Scott (Julia Roberts) a William Thacker (Hugh Grant) en uno de los momentos más emocionantes de esta historia de amor.

Esta romántica escena discurre al interior de una pequeña librería ficticia del barrio de Notting Hill en el corazón de Londres llamada The Travel Book Shop que a raíz de la película volvió mundialmente famosa a esta zona de la ciudad.

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Si bien es cierto  The Travel Book Shop era una librería de ficción creada especialmente para la película, las escenas se filmaron en un local que  se acondicionó como librería en el número 142 de la calle Portobello y que debido a la notoriedad de la película curiosamente quedó operando como librería, pero también como tienda de souvenirs y hasta de zapatos...pero la real librería en la que la película se inspiró es una que está también está en Notting Hill y lleva el nombre de Notting Hill Book Store.

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El impacto de la película ha motivado a miles de turistas durante años a visitar la librería que sirvió de inspiración para esta tierna historia de amor y así como se dan tiempo para conocer el Big Ben o el Palacio de Buckingham, llegan hasta Notting Hill para recordar a Ana Scott y William Thacker dos enamorados del fin del milenio.

La verdadera librería "la de carne y hueso" es decir la Notting Hill Book Store abrió sus puertas en 1979 en los números 13 y 15 de calle Blenheim Crescent una pintoresca calle de Notting Hill y se volvió un sitio clásico de los vecinos del barrio que la frecuentaban para comprar libros de viajes -tal cual sucedía en la película-  en una época en la que no existía el internet y si pretendías viajar tenías a fuerza que comprar una guía o un libro.

 

Uno de esos asiduos clientes a la librería era el escritor Richard Curtis-1956, -quién años después escribió el guión de la película- y que se inspiró en este pequeño local "de toda la vida"  para recrear el emprendimiento de William Thacker  en donde transcurren muchas de las más memorables escenas de la película.

 

Desafortunadamente después de 32 años de activa operación, las cosas se complicaron mucho para los propietarios, al punto que empezaron a barajar la posibilidad de cerrar; acción que fue impedida por un grupo de escritores, clientes y vecinos que lanzaron una campaña para apoyar a librería, la idea era no perder un símbolo cultural del barrio, que con tanto esfuerzo se había construido.

 

La poetiza Olivia Cole-1981 por ejemplo, se ofreció de voluntaria para trabajar en la tienda sin sueldo, declarando a la prensa que se sentía moralmente obligada a tratar de salvar la pequeña librería, ya que la librería era el alma de su barrio y a la vez un lugar donde se difundía la cultura. “No podemos permitir que a este pequeño negocio, le pase lo mismo que muchas otras tiendas en Londres”. El actor Alec Baldwin -1958, -quién interpretó en la película al novio de Julia Roberts- al enterarse del inminente cierre de la librería también hizo activismo y se dedicó a recaudar donativos para salvar este lugar. Parecía que la librería estaba fuera de peligro pero las campañas y los donativos no fueron suficientes. Notting Hill Book Store tuvo que cerrar sus puertas...afortunadamente pero no para siempre.

Pocos meses después del cierre y al mejor estilo del Ave Fénix la librería abrió nuevamente sus puertas exactamente en el mismo lugar donde había operado. ¿Qué había pasado? pues cuándo los propietarios pensaban que el negocio de sus vidas llegaba a su fin recibieron una oferta de la empresa The Book Warehouse -empresa que maneja varias librerías en Londres- que tomó la fantástica decisión de comprar esta pequeña librería debido a todo lo que ella representaba, tanto en la imaginación de los fanáticos de la película como para la comunidad de Notting Hill donde  luego de 32 años de operación había desarrollado con la gente  un muy potente vínculo emocional. Es cierto que los propietarios originales no conservaron el negocio, pero la librería se había salvado.

 

Los nuevos propietarios decidieron mantener la librería idéntica a como siempre fue, pero decidieron hacer un cambio muy importante, ya no sería una librería dedicada exclusivamente a libros y guías de viaje sino a títulos en general. Hoy afortunadamente la librería continúa allí, -para la felicidad de miles- es cierto que  nunca estuvo en Portobello Road como  la película señala, pero se encuentra en el corazón de este maravilloso barrio londinense y sigue congregando fanáticos de la película que no dudan en tomarse una foto.

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Ya lo sabe, si usted vibró y soltó su lagrimón al ver a Julia Roberts pedirle a Hugh Grant que la perdone de una manera tan tierna e imaginativa, y quiere recrear la escena en la realidad si va a Londres pues tiene una visita obligada con el amor y los libros.