La BBC reunió frente a sus televisores a personas de todo el Reino Unido a fin de compartir un evento único del que muy pocos británicos han sido testigos; la coronación de un rey en vivo (la última sucedió en 1953). “Más de 14 millones estuvieron pegados a las pantalas viendo a Carlos-1948 y Camilla-1947 convertirse en rey y reina”, señaló Charlotte Moore, directora de contenido de la BBC, en un comunicado. “Estoy orgullosa del papel único y especial que desempeña la BBC al brindarle al público momentos de gran importancia histórica”. 

 

La audiencia máxima de la coronación en BBC One fue de 13,4 millones, mientras que la versión retransmitida en BBC Two alcanzó un máximo de 1,7 millones. Las audiencias promedio en las dos cadenas fue de 11,9 millones y 1,4 millones, respectivamente. Como referencia, la población del Reino Unido es de 67,3 millones. ¿Conclusión? Pareciera que solo a un 20% le interesó el evento, un número bajísimo para la relevancia del suceso.

Pero los tiempos han cambiado y los números se mejoran si se toman en cuenta la cantidad de personas que siguieron el evento a través de plataformas de streaming. Por ejemplo Sky News reveló que había obtenido 8,4 millones de visitas por su cobertura de la coronación, una cifra que incluía tanto números lineales como de transmisión. A través de Sky News y el canal insignia  Sky Showcase, la transmisión alcanzó los 2,32 millones con 6,2 millones de visitas adicionales en línea a través de su aplicación, sitio web y canales sociales (incluido YouTube). Solo la aplicación Sky News registró 4,27 millones de reproducciones de video en un día, la cifra más alta que la empresa ha logrado en su historia.

 

Quizás a través de las pantallas el número de televidentes fue bajo, pero a diferencia de 1953 cuando se realizó la transmisión de la coronación de la reina Isabel II (1926-2022), hoy existen otros sistemas para acceder al contenido, principalmente entre las generaciones más jóvenes, que prefieren conectarse a través de sus Smart Phones en vez de sentarse frente a una pantalla de televisión; pero igual se esperaba mucho más.

Tras la muerte de la reina Isabel II el año pasado, Carlos ascendió inmediatamente a ser rey. Sin embargo, la coronación del 6 de mayo simbolizó la adquisición de poderes reales, un evento principalmente ceremonial en la era moderna.

 

Los invitados se reunieron en la Abadía de Westminster para ver la coronación de Carlos III, incluidos sus hijos, el príncipe Guillermo-1982 y el príncipe Harry-1984, su nuera Kate-1982, hoy princesa de Gales, sus nietos, los príncipes Jorge-2013, Luis-2018 y la princesa Carlota-2015, y sus hermanos, la princesa Ana-1950 y los príncipes Andrés-1960 y Eduardo-1964. La esposa del príncipe Harry, Meghan Markle-1981, no estuvo presente, por razones “ampliamente conocidas”.

 

Una mezcla de invitados de alto perfil asistió a la coronación, incluido el primer ministro británico Rishi Sunak-1980, la primera dama Dra. Jill Biden-1951, el primer ministro canadiense Justin Trudeau-1971, y miembros de todas las casas reinantes de Europa.

Si los números no fueron buenos en Gran Bretaña, en Estados Unidos la cosa no fue mejor. Un promedio de 10,3 millones de personas en los Estados Unidos sintonizaron los eventos en Londres el sábado, según estimaciones de la empresa de datos de medios Nielsen, que rastreó las audiencias en 11 cadenas de televisión por cable y de transmisión entre las 5 a. m. y las 10 a. m. hora del Este, en un país con una población de 331 millones, ósea solo al 3% le interesó un evento de este tipo, y es que para el norteamericano promedio, la monarquía no significa nada y la gran mayoría no tiene ni idea que pasa en Gran Bretaña.

 

La audiencia de la coronación fue en Estados Unidos, 1 millón menos que la cantidad de personas que vieron el funeral de la reina Isabel II en septiembre pasado, y poco más de un tercio de los 29 millones que vieron la boda del príncipe Harry y Meghan Markle en 2018.

La primera coronación en 70 años atrajo solo a 360.000 espectadores estadounidenses en el grupo de edad de 18 a 34 años, con otros 1,6 millones en el grupo demográfico de 35 a 54 años.

 

En conclusión en Gran Bretaña así como en Estados Unidos los números de audiencia fueron buenos: 14 millones de británicos y diez millones de estadounidenses vieron la coronación del rey Carlos III de Gran Bretaña por televisión, la mayoría de ellos con 55 años o más, con lo cual queda clarísimo que la coronación  “solo para mayores”.

 

Y es que vaya que los tiempos han cambiado, ya que por ejemplo en 1953, 20 millones de personas vieron la coronación de la difunta reina Isabel II (en ese momento Gran Bretaña tenía una población de 50 millones) es decir casi un 50% de todos los británicos se sentó frente a hoy arcaicos televisores para ver lo que en ese momento era “the best show in town”.