Havaianas: Historias de chancletas
Lunes 25 de septiembre 2023
Tiempo de lectura: 2 minutos
Una simple sandalia de plástico inspirada en las usadas por los japoneses y que nació en Brasil como un producto masivo y popular, se ha convertido en mucho más que eso; y es que desde su aparición en la década de los sesenta del siglo XX, Havaianas ha logrado lo que muy pocas marcas han conseguido: hacer que un sencillo producto sea entendido como algo superior y se convierta en sinónimo de estilo y moda. Aquí la historia de este fantástico accesorio, porque de producto genérico hace mucho rato que nada tiene.
Las conocimos en la década de los setenta con el nombre de sayonaras o "flip flops" y no eran mas que: una chancleta de plástico, inspirada en las sandalias japonesas fabricadas con bambú, que tenían como finalidad ser usadas en la playa y que de "cool" o "trendy" no tenían absolutamente nada. Se trataba de un accesorio de plástico, totalmente utilitario que venía en tres colores: rojo, negro y azul, fabricados masivamente como un producto genérico, casi sin gracia, de esos que compras casi por obligación.
La decisión de compra era muy sencilla; un único modelo, tres colores y punto. Hoy la cosa es totalmente diferente y escoger un par de sandalias para la playa puede ser una labor complicada y es que Havaianas ha creado un universo de moda a partir de un sencillo accesorio playero.
Contrariamente a lo que todo el mundo supone Havaiana no es una marca nueva, lleva fabricando sandalias o "flip flops" como los gringos las llaman en Brasil desde 1962, pero en esa época estaban dirigidas a un mercado popular y de bajos recursos. Nadie en su sano juicio hubiera considerado "fashion" ponerse un par de sandalias de plástico para ser lucidas durante los sesenta en las playas de Ipanema, y es que no habían alternativas, cubrían una necesidad básica y para eso se fabricaban.
Durante años el nicho de Havaianas fue "un producto masivo y popular" y la empresa que las fabricaba estaba feliz, vendían como locos, sandalias de plástico sin ninguna pretensión de convertirse en otra cosa, y pretender ser lo que no eran.
Para mediados de los ochenta las cosas empezaron a cambiar debido a la proliferación de alternativas populares y es que chancletas de plástico por esa época habían de todas las marcas y precios. Havaianas era una de las tantas que ofrecía sandalias de plástico; y debía hacer algo para sobrevivir en un mercado donde el precio era el único diferenciador.
La marca estaba decidida a sobrevivir y decidió a inicios de los noventa lanzar una estrategia que le diera al producto una connotación diferente y para eso utilizó la imagen de la actriz Gwyneth Paltrow-1972 y a la súper modelo brasileña Gisele Bündchen-1980.
El resultado fue un marcado aumento en ventas –de 90 millones de pares a mediados de los noventa pasaron a vender 170 millones en 2007. Havaianas se convirtió en mucho más que una sandalia playera, era una manera de manifestar un estilo ya que la marca tenía más de 150 modelos diferentes de donde escoger. Así como elegir el traje de baño era la decisión más importante del verano; lo mismo empezó a suceder con las sandalias. Las mujeres no se conformaban con un solo par, sino que empezaron a comprarlas para combinarlas con sus diferentes "outfits" y no sólo para usarlas en la playa sino para cualquier momento del día. La chancleta de plástico paso de ser un sencillo accesorio y se convirtió un objeto "trendy" y capaz de proyectar estilo.
A pesar del éxito en ventas había un problema: los productos de Havaianas históricamente se habían vendido a través de distribuidores, pero estos eran incapaces de exhibir adecuadamente la totalidad de modelos. Es en este momento que Havaianas decide abrir tiendas propias a fin de conectar de una mejor manera con el consumidor. Hoy la marca cuenta con más de 500 tiendas propias en Brasil y casi 200 en el resto del mundo. La creación de un nuevo canal con las tiendas propias no canibalizó la red de distribución que ya existía; muy por el contrario le dio un impulso más grande por que las tiendas propias vendían experiencia la cual definitivamente ayudaba al incremento de las ventas totales sin importar el canal.
El convertirse en algo mayor a sólo una chancleta de plástico ha hecho que Havaianas logre sobrevivir en un mercado totalmente canibalizado por opciones fabricadas en el Asia a bajísimo costo. El vínculo emocional hace que el producto se venda como un accesorio de moda y no como lo que es realmente: una sencilla sandalia de plástico; por lo que su precio puede andar entre los $10 o $30 el par, evidentemente dependiendo del modelo y el diseño.
Alpargatas la empresa propietaria de la marca Havaianas opera desde 1913 y tiene planes de seguir creciendo en Brasil y en otros mercados del mundo. Hace poso la marca debutó en Canadá, Eslovenia y Croacia. El mundo se rinde a los pies de estas sandalias que ya se convirtieron en un "lovemark" mundial por la manera cómo se ha desarrollado la relación emocional con el consumidor.
La historia de Havaianas es un ejemplo claro que a través de un estrategia adecuada un producto sencillo puede superar sus propias limitaciones físicas y convertirse en un accesorio de moda y un objeto de culto. Bien por esta chancleta.