Ferragamo sin Salvatore
20 de octubre 2022
2 minutos
Hace unos meses el inglés Maximilian Davis fue nombrado director creativo de Salvatore Ferragamo. El diseñador promesa de 27 años, con raíces que se remontan a la isla de Trinidad y Tobago, ha tomado las riendas de la marca y no ha tenido temor en hacer cambios y así hace unos días se presentó el nuevo logo y también el nombre con el que quiere que hoy se le llame. "Salvatore Ferragamo hoy solo quiere ser conocido como Ferragamo". Aquí la historia:
Heráclito de Éfeso dijo hace 2500 años que lo único constante era el cambio y la verdad es que el filósofo griego no pudo estar más en lo cierto. El cambio aplica a todas las categorías y esto es más evidente en ámbitos como el branding, donde poco importa lo sólida o poderosa que una marca pueda ser. Hay momentos en los que se deben hacer ajustes y dejar atrás lo que en su momento pudo haber funcionado a la perfección.
Salvatore Ferragamo es un claro ejemplo de esto. La marca de artículos de cuero fundada en 1927 es todo un ícono en el muy competido mercado de lujo y a pesar de su espectacular posicionamiento es consciente que debe hacer cambios, inclusive de aquéllos radicales. Ferragamo ha decidido iniciar una nueva etapa y dejar atrás a Salvatore, como el nombre que identifica a la marca y al logo. ¿Qué significa esto? pues que a partir de la fecha Salvatore Ferragamo, será conocido solo como "Ferragamo".
Esta decisión -que para muchos podría ser considerada como un auténtico sacrilegio-, responde a estrategias implementadas por la cabeza de la dirección creativa, nos referimos al diseñador inglés de ascendencia afro-caribeña Maximilian Davis-1995, que desde marzo decide el rumbo creativo de la marca y que está totalmente convencido que ésta necesitaba de una refrescada, y no algo a medias, “se necesitaba de mucho más que botox, se requería de una dermoabrasión” comentó divertido en un entrevista, al punto que dejará de llamarse como durante 100 años fue conocida.
La estrategia de Davis no es un novedad ni producto de una locura creativa, sino una apuesta por la reducción, la síntesis y la simplificación con la finalidad de lograr una personalidad más neutra.
Este es un camino que otras marcas de lujo ya tomaron (A principios de año Ermenegildo Zegna, pasó a llamarse solo Zegna), pero sorprende la decisión en Salvatore Ferragamo, por la fuerza del nombre y todo lo que éste representa; pero la decisión viene soportada por el comportamiento de sus fieles clientes desde hace muchos años, que ya se referían a ella solo como “Ferragamo” y no como “Salvatore Ferragamo”, entonces ¿por qué no formalizar lo que desde hace muchos años ya viene sucediendo?
Lo primero que se hizo fue cambiar el logo; el que conocimos hasta septiembre viene desde el hoy ya lejano 1982 y luego de 40 años era más que evidente que requería de un cambio y adaptación a las nuevas tendencias. Para lograr el resultado esperado, Davis decidió contratar al mejor y puso en manos del experimentado Peter Saville-1955 el rebranding de la marca. Saville es toda una autoridad en el tema, durante muchos años fue famoso por sus diseños de cubiertas de discos, pero desde hace unos años ha realizado y con mucho éxito trabajos para consolidados nombres. Hace unos meses por ejemplo realizó la actualización del logo de la marca de autos Aston Martin, y también el de la exclusiva Burberry, cuando el italiano Riccardo Tisci-1974 tomó la batuta creativa de la empresa.
El logo tradicional de Salvatore Ferragamo “el de siempre” es uno diseñado en trazos caligráficos, una clara remembranza a la firma del fundador. En el nuevo logo diseñado por Saville desaperece cualquier connotación caligráfica, se lee la palabra Ferragamo en letras capitales muy sobrias, con un ligero remate o serif. La inspiración ha sido tomada de las inscripciones realizadas en piedra durante el Renacimiento en Florencia, se trata de una tipografía muy clásica, contundente, con mucho estilo y muy clara.
Otro de los cambios en este proceso de cambio ha sido el color insignia de la marca que evidentemente va de la mano con el logo. La marca utilizará de hoy en adelante el tono 3546C, que es un rojo profundo que Ferragamo se ha dado la tarea de registrar ante el instituto de color.
Para muchos el nuevo logo resulta demasiado diferente a lo que por años conocimos y no han faltado las críticas, ya que muchos opinan que ha sido como olvidarse de las raíces de la marca y del fundador; pero los tiempos cambian y eso lo entiende a la perfección Davis, que está satisfecho con el trabajo de Saville y lo percibe como actual, pero principalmente neutro y con la capacidad de hacer “click” con un espectro muy amplio de consumidores.
Veremos como le va a "Ferragamo sin Salvatore", pero desde nuestra humilde opinión el nuevo logo resulta atrayente, moderno y el cambio siempre es positivo.
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