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El Juicio del Agua
9 de mayo 2022
Tiempo de lectura: 2 minutos
¿Se imaginan un mundo en el que para definir una disputa entre dos familias, se debe de arrojar en una cisterna de agua helada a los primogénitos recién nacidos de cada una de ellas, y donde el primero que se hunda es el escogido por Dios, y por ende la parte que tiene la razón? Pues así da inicio “El Juicio del Agua”, la última novela de Juan Francisco Ferrándiz, que es nuestra recomendación para esta semana, donde a través de sus páginas podrá realizar un viaje a la Barcelona feudal del siglo XII, en donde primaban las creencias populares y las supersticiones antes que la razón.
En la novela “El Juicio del Agua”, Juan Francisco Ferrándiz-1971, nos lleva en un mágico viaje a la Barcelona del siglo XII, en una historia llena de aventuras, magia, misterio, traiciones y amor, que inicia de manera trágica durante una helada mañana del año 1170, cuando dos poderosas familias en disputa por los derechos sobre los siervos, aplican una regla absurda para llegar a un acuerdo, arrojando a los primogénitos de ambas familias -un niño y una niña de apenas meses de vida- en una cisterna de agua helada, donde el que se hunda primero sería el escogido de Dios, y por ende su familia tendría la razón.
Robert de Tramontana y Blanca de Corviu fueron los inocentes que tuvieron que enfrentar a tan terrible prueba, de hecho fue muy difícil establecer quién de los dos se había hundido primero, pero al final fue Blanca "la elegida". Lo curioso de esta historia es que ambos niños emergieron del agua con las manos entrelazadas, hecho que los uniría para siempre.
A partir de este terrible juicio, los niños sufrieron daños irreparables: para empezar debido a la baja temperatura del agua ambos perdieron dedos de la manos, cosa que hizo que Blanca quedara estigmatizada para siempre, al punto que se volvió muy difícil para ella conseguir un esposo y Robert tuvo que vivir su infancia y juventud con el sobrenombre de “El condenado”, apodo que tenía una terrible connotación, ya que significaba que su familia había perdido sus tierras y todo su patrimonio, mientras que los Corviu se quedaban con todo lo que alguna vez perteneció a los Tramontana.
Es cierto que un niño triunfó sobre el otro, pero ambos lucharon por sobrevivir y esto creo entre ellos a pesar de las grandes diferencias una unión inquebrantable. A Blanca le parecía sumamente injusta la forma como la familia de Robert había sido despojada de su patrimonio, y Robert creció con el deseo de crear un mundo más justo alejado de tanta superstición.
Con el tiempo Robert -a través de un plan desarrollado por su madre- decide que el único camino para dejar la pobreza es estudiar y a pesar de las muchas dificultades que tuvo que enfrentar, inicia el estudio de las leyes, primero en Jaca -ciudad cercana a la frontera con Francia y luego en Bolonia, donde descubre un libro que cambiará para siempre su vida, convirtiéndolo en un adelantado para su época. A pesar del éxito y la distancia Robert nunca pudo olvidar a Blanca, y recordaba permanentemente las injusticias que ambos sufrieron durante el terrible juicio del agua. Él sentía que estaba conectada a ella de manera muy especial
Para Blanca a pesar de estar en "lado ganador", las cosas no fueron fáciles, había perdido a su madre en el parto y su padre se volvió a casar con una mujer que lejos de cobijarla y sentir compasión por la terrible prueba que tuvo que atravesar la trataba con indiferencia.
Más allá de la interesante trama; “El Juicio del Agua” hace énfasis en la transformación de la sociedad medieval a través de la aplicación de nuevas leyes inspiradas en el derecho romano, que poco a poco se convierten en el standard para la aplicación de justicia de manera equitativa para todos los ciudadanos en la España medieval sin importar su condición social.
Definitivamente “El Juicio del Agua” es una novela en la que el autor ha tenido que realizar una investigación muy profunda respecto de cómo se dictaban las leyes en la Barcelona medieval y luego el proceso de ajustarse a las más racionales leyes romanas. Esto no hace que el libro se vuelva un tratado de derecho, todo lo contrario mantiene el interés del lector de principio a fin. Son casi 700 páginas que se leen casi sin darse cuenta. La recomendamos, y estamos seguros que la disfrutará, tanto como la disfrutamos nosotros.
Sobre el autor:
Juan Francisco Ferrándiz nació en Cocentaina-Alicante, en 1971 y es Licenciado en Derecho. Ejerce actualmente como abogado en Valencia y es director del programa de radio Una nit al Castell, sobre historia, tradiciones, enigmas y leyendas valencianas, que se emite en varias emisoras a través de la Xarxa d’Emissores Municipals Valencianes. Sus novelas anteriores, “Las horas oscuras” (Editorial Grijalbo, 2012) y “La llama de la sabiduría” (Grijalbo, 2015), lo han consagrado como uno de los autores clave de la ficción histórica de España.
En su anterior novela, “La tierra maldita” (Grijalbo,2018) Juan Francisco Ferrándiz retrata la Barcelona del siglo IX con el talento y el rigor de los grandes maestros del género.
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