A pesar de la tecnología, hay cosas que nunca pasarán de moda y el ajedrez es una de ellas, un juego inventado en la Europa del Siglo XV, y que aún sigue fascinando a millones que lo consideran toda una ciencia, y para jugarlo pues existen una gran variedad de opciones, desde los tradicionales juegos fabricados de madera, pasando por los de plástico con tablero de cartón, a versiones sofisticadas y muy elaboradas. 

​

A lo largo de los años hemos visto muchos, hechos de mármol, de cristal, de acrílico, de finas maderas, incluso de alabastro, pero nada como este ajedrez denominado “La Batalla de Issos”, elaborado por el joyero Ruven Perelman-1950, que inició su fabricación en 1982 y la culminó en 1992, una década para completar un trabajo que tiene un nivel de detalle impresionante. 

¿Quién es Ruven Perelman? Pues un afamado joyero que nació en Tel Aviv,  con una herencia familiar de 6 generaciones dedicadas a la fabricación de las mas exquisitas piezas de joyería. Ruven pasó sus primeros años de la mano de su padre David, acompañándolo en el negocio familiar y aprendiendo de él. Durante su juventud decidió que necesitaba tener una visión más integral del mundo del diseño y fabricación de joyas y así se matricula en el Instituto de Arte Benvenuto Cellini en Valenza - Italia, consiguiendo los títulos de Maestro en Gemología y Maestro en el Arte de Metales Preciosos. 

​

A su regreso Ruven se hizo cargo del negocio familiar y durante muchos años de sus talleres salieron piezas espectaculares, muchas de las cuales hoy se pueden adquirir en muy disputadas subastas. En sus ratos libres, Ruven se dedicaba a fabricar piezas diferentes y muy especiales, y así se encerraba en su taller para lograr con paciencia y dedicación sacar a luz prodigios de la joyería. Uno de esos prodigios fue precisamente este ajedrez, inspirado en la Batalla de Issos.

Antes de escribir esta historia no teníamos muy claro los pormenores de esta batalla, así que nos pusimos a investigar y descubrimos que se trató de un encuentro armado entre el ejército de Alejandro Magno (353-323) y el rey persa Darío III Codomano (380-330),  en noviembre del 333 a.C, que finalmente y con mucho esfuerzo ganó el griego (bueno en realidad macedonio).

Este pasaje de la historia antigua la causaba fascinación a Ruven Perelman, que tenía el deseo de inmortalizarlo en una pieza de joyería, finalmente decidió que un juego de ajedrez era el medio para poder hacerlo realidad. Se enfrentarían griegos contra persas en un tablero donde, reyes, dioses, arqueros, jinetes, carros y elefantes, representarían en cada jugada imaginarias escenas de la batalla.

Los reyes no serían otros que Alejandro Magno  y el rey Darío, mientras que Atenea, la diosa griega de la guerra sería la reina del bando griego y el dios persa de la guerra Verethragna la reina de los persas (que nos imaginamos que al dios no le debe haber gustado para nada tener el papel de reina). Para representar a los alfiles, Perelman diseñó del lado griego un buque y del persa un elefante y las torres eran dos templos, uno con un decidido estilo griego y el otro que nos recuerda a los murales de los famosos caballos alados de Babilonia. Los peones son todos diferentes y representan soldados con coloridos y detallados uniformes.

Cada pieza fue trabajada con un detalle impresionante, todas de oro de 14 quilates, adornadas de piedras semi preciosas y esmalte de colores brillantes. El tablero tampoco se queda atrás ya que esta fabricado por cuadrados de rodonita color rosa y malaquita verde, que reposa sobre un pedestal de plata 925 que lleva un friso en el cual se representan imágenes de la batalla con elefantes, guerreros, caballos y carruajes todos de oro.

Por si todo lo anterior fuera poco, cada pieza está equipada con un sofisticado movimiento mecánico. Con un simple giro de gatillo, los héroes de la batalla cobran vida, donde Alejandro baja su espada, los arqueros tiran de sus arcos e incluso los caballos agitan sus crines.

Perelman pensaba inicialmente vender esta espectacular pieza, pero después de tantos años de trabajo se encariñó con lo que él llamaba “su obra maestra” y decidió que sería el regalo adecuado para la boda de su hija mayor. 

El ajedrez estuvo expuesto en un lugar privilegiado de la casa de la hija de Perelman por años, pero hoy ha sido entregado a la casa de antigüedades  MS Rau para su venta, y que desde 1912 maneja piezas realmente únicas y especiales, cuyo precio promedio inicia en las seis cifras. Estamos hablando de antigüedades de verdad y no piezas de mercado de pulgas.

El ajedrez ya está a la venta por $1.9 millones de dólares y si usted es un amante de este juego, ya lo sabe…es cuestión de dar el paso final y conectarse con las oficinas de MS Rau en Nueva York y si solo le gusta el ajedrez y no tiene el dinero, pues uno de plástico será suficiente, sino pregúntenle a la niña de Gambito de Dama.