Muchos recién descubren a Manuel Pertegaz, el gran diseñador español, cuando recibe el encargo en el 2004 de vestir a Letizia Ortiz Rocasolano el día de su boda con el Príncipe Felipe, pero ya para ese momento Pertegaz tenía más de 62 años de exitosa trayectoria. Esta es una oportunidad para conocer a uno de los grandes del diseño español y la historia de lucha y esfuerzo detrás de una de las marcas más exclusivas de España: PERTEGAZ
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Hace 7 años falleció en Barcelona uno de los genios del diseño español, Manuel Pertegaz (1919-2014), y desde aquí quisimos contar su historia, una cargada de sueños, pero también de mucho trabajo y lucha, donde prima su capacidad de adaptarse a tiempos difíciles y cambiantes, pero principalmente mantenerse fiel a un estilo propio, y crear lo que muchos han llamado “el gran estilo español”.
Para entender a Pertegaz es importante empezar desde el principio y para ello debemos viajar mentalmente al pequeño pueblito de Olba a orillas del río Mijares, en la provincia de Teruel, un pueblo donde para la época en que nació Pertegaz (18 de mayo 1919) tenía una población de 1700 personas y donde literalmente no pasaba nada y todo indicaba no pasaría nunca -hoy viven 233-; y es por eso que cuando Manuel Pertegaz cumple diez años su familia decide mudarse a Barcelona, buscando un mejor futuro.
La Barcelona de 1928 recibe a la familia Pertegaz en un ambiente convulcionado; terminaba la dictadura de Primo de Rivera (1870-1930) y poco faltaba para el inicio de la Segunda República que llegaría a su peor momento con la cruenta Guerra Civil (1936-1939); si las cosas en Olba no eran fáciles, “Barcelona tampoco era una caja de chocolates”. Después de dos años de asistir a la escuela, Manuel Pertegaz tuvo que abandonar los estudios para empezar a trabajar, primero como chico de los recados en una joyería de la calle del Carmen, y luego como aprendiz en la Sastrería Angulo que por esa época había decidido empezar a fabricar no solo prendas masculinas, sino también para mujeres y necesitaba personal.
En la Sastrería Angulo, Pertegaz descubrió que coser sería a lo que se dedicaría el resto de su vida, y así lo contaba a sus más allegados: “un buen día llegó a la sastería una clienta muy conocida buscando un abrigo negro, desafortunadamente no había nada parecido en existencias y ninguno de los operarios se encontraba en el taller, estábamos el propietario y yo, que no quería quedar mal con la clienta, pero no sabía que hacer, así que me armé de valor y dije “lo hago yo”; estuve cosiendo por mas de tres horas, pero terminé el abrigo, es en ese momento que supe a lo que quería dedicarme el resto de la vida”. Así pues mientras de día trabajaba en la Sastrería Angulo, por la noche se dedicaba a diseñar y confeccionar trajes para sus amigas y conocidas. No pasó mucho tiempo para que decidiera independizarse y en 1942 con sólo 23 años abrió un taller en un entrepiso de la Calle Diagonal. El mismo año presentó su primera colección, la cual él años después definiría con solo dos palabras “elegancia pura”.
Las mujeres de la alta sociedad de Barcelona, enloquecieron con la elegancia y el estilo de los diseños de Pertegaz, y este respaldo fue el que le dio el valor necesario para dar el gran salto y abrir en 1948 una tienda/taller en Madrid, en la esquina de la calle Hermosilla con Velázquez en pleno barrio de Salamanca. En esa misma época Pertegaz viaja a París y queda deslumbrado por una ciudad dinámica, abierta al mundo, donde ya triunfaban desde hacia ya muchos años nombres como Christian Dior (1905-1957), Coco Chanel (1883-1971), y Pierre Balmain (1914-1982). “Paseaba por París como atontado, sentía que estaba en otro mundo, miraba los escaparates de las tiendas, a las personas en los cafés, hablando, fumando, expresando lo que pensaban y no podía dejar de pensar en Madrid y lo cerrada al mundo que estaba durante de la dictadura franquista”; comentó mucho tiempo después.
En 1954 se le presenta una oportunidad de oro, tras la posguerra, España comenzaba a abrirse al mercado exterior, llegaban compradores americanos en busca de nuevas colecciones, entre ellos Bettina Ballard (1906-1961) la Editora en Jefe de Vogue para Estados Unidos y quedó sorprendida por los diseños de Pertegaz. Bettina invitó a Estados Unidos a Pertegaz junto con otros grandes diseñadores europeos: Valentino-1932, Pierre Cardin (1922-2020), Pierre Balmain, y las hermanas Fontana; la idea era presentar en Estados Unidos una selección de la moda europea: Pertegaz "atraviesa por primera vez el charco" y llega a Nueva York donde presenta su colección, lo haría también en Filadelfia, Atlanta y Boston, y tanto fue su éxito en esta última ciudad que recibe el “Oscar de la Costura” de la Universidad de Harvard; al poco tiempo los los diseños de Pertegaz se vendían en las más sofisticadas tiendas departamentales de Nueva York.
En 1957 Pertegaz traslada su tienda/taller de Madrid al Paseo de la Castellana, todo parecía sonreírle, pero de pronto un acontecimiento lo pone en una gran encrucijada: en octubre del mismo año moría de un ataque al corazón el gran Christian Dior y en París se habla de Pertegaz para tomar la posta, él declina el ofrecimiento porque prefirió dedicarse de lleno a su taller y sus tiendas, para ese entonces sus diseños se exportaban no solo a Estados Unidos, sino a Inglaterra, Suiza y Canadá y sus colecciones se presentaron en ciudades como El Cairo, Venecia, Londres, Santiago de Chile y Copenhague. "Rechace el ofrecimiento de la Casa Dior, porque quería saber en que terminaría esta aventura en la que embarque cuando tenía veinte años", contó en una entrevista años después.
Para esa época vestía a las mujeres más importantes de España, entre ellas la condesa de Romanones, Aline Griffith (1923-2017), con quien estaría unido por una entrañable amistad toda su vida, también a Wallis Simpson (1896-1986), esposa del “rey que abdicó por amor”, a doña Carmen Polo (1900-1988), esposa de Francisco Franco "El Caudillo de España" y también a rutilantes actrices de Hollywood como Ava Gardner (1922-1990), Audrey Hepburn(1929-1993). En 1961 vistió el día de su boda a Carmen Sevilla-1930 llamada “La Novia de España”, Pertegaz brillaba por todo lo alto, al punto que en 1964 decide lanzar su primer perfume con el nombre de Diagonal en alianza con la Casa Puig.
Todo Madrid quería vestirse con Pertegaz, los pedidos de vestidos de novia no podían ser atendidos, debido a la alta demanda y es por eso que se trasladan en 1969 a un palacete del barrio El Viso. A finales de los sesenta trabajaban más de 700 personas en los talleres de Madrid y Barcelona. Ese mismo año la cantante Salomé gana el Festival de la Canción Eurovisión con un icónico vestido de flecos de 14 kilos de peso diseño de Pertegaz.
A pesar de la fama, Pertegaz nunca se dejó llevar por flashes, alfombras rojas, y la vida nocturna. Siempre fue un hombre de pocas palabras, pero dejó muy en claro que para él, su estilo definía a un tipo de mujer: básicamente elegante y sofisticada, y que las modas pasajeras no lo afectaban, ya que más que diseñar moda; “el diseñaba un estilo” en el cual la atención por los detalles se convirtió en un mantra; cualquier diseño que llevara su firma debía ser simplemente perfecto.
Para inicios de los setenta el “pret à porter” era la tendencia, muchos de los grandes diseñadores del mundo vieron conveniente lanzar colecciones limitadas más económicas, tipo boutique, listas para llevar y Pertegaz no fue la excepción, así presenta su línea en San Antonio – Texas, con mucho éxito, amadrinado por la actriz Joan Collins.
Era tanta su fama, pero desafortunadamente no todos podían acceder a sus creaciones, así que en 1975 Pertegaz vuelve a lanzar un perfume, un producto accesible para muchos y lo bautiza con el nombre de Muy Pertegaz, que se convirtió en un éxito de ventas y más adelante en 1982, una fragancia más casual llamada Sport.
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Para finales de los setenta Pertegaz decidió abandonar el prêt-à-porter y regresar con fuerza al mundo de la Alta Costura, dedicándose principalmente a a crear trajes a medidas para bodas y grandes fiestas, así se convirtió en uno de los diseñadores favoritos de la Reina Sofia-1938, y de María Teresa Salisachs Rowe, “Bibi Samaranch” (1931-2000) con la cual ya tenían una gran amistad desde 1955 cuando él le diseñó el traje de novia para casarse con Juan Antonio Samaranch (1920-2010) quien fuera entre 1980 y el año 2001 Presidente del Comité Olímpico Internacional, pero también para muchas otras "socialités", que aparecían frecuentemente en las revistas del corazón como Hola o Lecturas, entre ellas la icónica Isabel Preysler-1951, que hasta hoy sigue utilizando diseños de la marca.
Manuel Pertegaz tuvo un papel activo durante los los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992. Durante la ceremonia de inauguración vistió a la modelo Pat Cleveland-1950 en un diseño denominado “La Dama del Paraguas” que junto con otras 24 modelos presentaron la mejor moda de Barcelona para el mundo y en agradecimiento por su colaboración, se le concedió la "Peseta de Oro".
Llega el nuevo milenio y Pertegaz sigue vistiendo a las grandes figuras de España y del mundo, presenta también su libro “Universo de la Moda” y en el 2004 se realiza una muestra retrospectiva de su trabajo en el Museo Reina Sofía de Madrid. Es en ese momento donde la novia del Principe de Asturias-1968, Letizia Ortiz-1972 le encarga el diseño de su traje de novia, Pertegaz recibe la gran responsabilidad de diseñar el vestido de la futura reina de España, todos los ojos estarían puestos en él.
Cuando Pertegaz supo que él sería el encargado de confeccionar el vestido de novia más importante de España, se limitó a declarar: "Lo único que necesito, de aquí al 22 de mayo, es tranquilidad, pues me gustaría hacer un buen trabajo". Ese mismo año recibe la "Aguja de Oro honorífica", el más prestigioso galardón de la moda española.
El traje de novia de Letizia Ortiz, era en color blanco, inspirado en la línea princesa, con corte continuado desde los hombros al suelo, escote en pico con cuello chimenea con bordados en hilo de plata y oro patinado que mezclaban la flor de lis en vegetal y en heráldica que es -el emblema de los Borbón-, y la espiga -que simboliza esperanza y abundancia-, así como madroños -el árbol que se identifica con la ciudad de Madrid-, tréboles -que representan, aparte de suerte, respeto y amor-. Unos bordados que se repetían también en el bajo de la falda, que terminaba con una cola, igualmente decorada, de 4,5 metros con un perímetro de 16 metros.
Pertegaz siguió trabajando literalmente toda su vida hasta que finalmente el 30 de agosto del 2014 dejó de existir, había muerto el diseñador pero había nacido una leyenda, y como tal sera siempre recordado.
Tres años después de su partida se realizó una retrospectiva de sus trajes en la Sala Canal de Isabel II de Madrid. Al entrar a la muestra sorprendía una frase del diseñador impresa en una de las paredes:“Crear un traje para cada cuerpo, buscar el tejido adecuado, controlar la realización hasta el último detalle y descubrir con una conversación datos que no me proporciona el centímetro, no es solo mi trabajo, es un placer, es mi vida”.
El mundo entero conoce a Pertegaz, pero muchos lo conocen por ser parte de la historia reciente al diseñar el vestido de novia de la hoy reina Letizia, pero Pertegaz es mucho más que eso, y esa fue la intención de la muestra, exponer a las nuevas generaciones el trabajo de uno de los grandes diseñadores de la época dorada de la moda en España, casi siete décadas en actividad, que se dicen fácil, pero donde hay detrás, sueños, alegrías, fracasos, amores, pero principalmente pasión y eso es lo que era Pertegaz un apasionado por su trabajo.
