Nadie en su sano juicio hace veinte años, hubiera podido imaginar una barra de chocolate con un precio de casi $500; pero lo cierto es que de un tiempo a esta parte el sencillo chocolate ha ingresado por la puerta grande al mercado de artículos lujo, y esto ha sucedido de la mano de creativos maestros chocolateros que han convertido esta dulce preparación en auténticas joyas.

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Una de las marcas que ha llevado el chocolate a estos niveles inimaginables de sofisticación y exclusividad es To’ak, una empresa que surge como una iniciativa de Jerry Thot, CEO de la Fundación Third Millennium Alliance (TMA). Toath, abandonó un muy cómodo trabajo en Wall Street para internarse a inicios del 2013 en las profundidades de América Latina; y tras unos años de dar vueltas por aquí y por allá llegó a Piedra de Plata, una pequeña comunidad en el medio de la selva amazónica en Ecuador; donde después de mucho trabajo logra crear  la reserva ecológica Jama-Coaque, una zona de 560 hectáreas de bosques tropicales ubicados en las faldas de la Cordillera de los Andes. En este maravilloso ecosistema To’ak empezó a cultivar cacao orgánico y surge así la idea de fabricar también chocolate.

En el 2015  se empiezan  a fabricar los chocolates de manera artesanal; y con muchas dudas se ponen a la venta y es que por los altos costos de producción y la excepcional calidad del cacao con el cual eran fabricados; el precio de una tableta de 50 gramos era de $250, algo que no era común para un producto de este tipo; pero contra todo pronóstico las tabletas To’ak causaron un revuelo inusitado  entre los conocedores y lo que se pensaba sería la principal barrera para el éxito del emprendimiento se convirtió en una ventaja; la marca se convirtió en una de lujo, reservada sólo para un pequeño grupo y eso incrementó la demanda y justificó los precios.

¿Qué tiene el cacao de To’ak que lo hace tan espectacular? pues los granos después de cosechados se dejan reposar por tres largos años y son fermentados en barricas de madera de olmo antes de ser tostados. Y si el tratamiento del grano es realmente especial, también lo es la preparación del chocolate que pasa por un proceso de conchado de 9 horas a través del cual se refina la pasta básica  y se mejora y armoniza su sabor y luego de este primer proceso se vuelve a refinar por 24 horas; esto para asegurar que cada milímetro de la tableta tenga el mismo sabor y se destaquen las notas frutadas, amaderadas o florales de la mezcla primigenia. 

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Otro detalle que hace de To’ak realmente una experiencia en todo sentido, es que los chocolates vienen en un muy elegante empaque de madera con un manual para poderlo degustar en donde de acuerdo al tipo de chocolate se sugiere el maridaje perfecto; todo está diseñado para hacer del momento en que te llevas un pedazo de chocolate una experiencia completa de principio a fin; y te quedes evidentemente con ganas de mas.

Pero no se preocupe,  To’ak tiene versiones igual de buenas que van desde los $25 hasta los $55; evidentemente el empaque no es de lujo en estas versiones más económicas y el proceso de fermentación del grano y conchado del chocolate es menor que en las versiones más costosas, pero esto no significa que el chocolate pierda calidad o sabor; muy por el contrario; cada mordisco que se le de a un chocolate To’ak independientemente de su precio con seguridad será superior a cualquier chocolate que haya probado antes. 

La línea más "prime" de To’ak es la que se denomina Art Series, que puede llegar a costar casi $500 dólares la barra; y dentro de esta serie exclusiva su último lanzamiento ha sido Guayasamín Art Series, en honor al famoso pintor ecuatoriano Oswaldo Guayasamín (1919-1999), que es realmente el paraíso para los adictos al chocolate; ya que se trata de un chocolate tipo "bitter" con notas de tabaco, caramelo, mantequilla, frutos silvestres, miel y nueces. El chocolate viene presentado en una caja de madera de cedro, con una pinza para trozar poco a poco este manjar, un manual de maridaje, certificado de autenticidad y un pequeño grabado de una de las obras de este ecuatoriano universal y es que la verdad es que esta marca ha pensado en todo; para hacer de la experiencia algo realmente única, perfecta para un regalo muy pero muy especial.