Avenida Retail
Cuando un color define una marca
26 de julio 2022
Tiempo de lectura: 2 minutos
Tiffany & Co ha hecho de sus productos un sinónimo de sofisticación y buen gusto; pero además de los productos el color del empaque se ha convertido en todo un símbolo, al punto que forma parte determinante de la experiencia de compra; y es que hoy nadie imagina ir de compras a la joyería más importante de las Quinta Avenida y que lo que sea que se haya comprado no venga en una caja y una bolsa de color azul Tiffany. Esta marca ha convertido el color en la esencia de su branding. Aquí la historia:
Cuando nos mencionan el nombre Tiffany & Co la primera evocación que nos viene a la mente además de la bellísima Audrey Hepburn (1929-1993) vestida de negro comiendo un croissant frente al escaparate de la famosa joyería en Nueva York, sea la del color turquesa o celeste de las cajas y las bolsas, que le dan a la marca toda una aureola de sofisticación y exclusividad; y es que la marca ha venido trabajando por más de cien años para que ese color tan particular sea parte integral de la experiencia de compra.
Hoy nadie pone en duda que una de las fortalezas de la marca tiene es el color del empaque; que se refleja en sus icónicas cajas y bolsas, que se han convertido con el paso de los años en algo que inclusive supera al mismo producto; sin lugar a dudas es el mejor vehículo publicitario.
¿Cómo un color se convirtió en el símbolo de una marca? ¿A quién se le ocurrió? ¿Desde cuando existe? No se preocupe que aquí se lo contamos todo. La historia empezó en 1845, cuando Charles Lewis Tiffany (1812-1902) tenía que escoger un color para la carátula del catálogo de ese año y decidió por un tono entre celeste y turquesa - al cual denominó forget me-not blue o robin´s egg blue lo que quiere decir “no olvides que no soy azul o también color huevo de petirrojo”. Tiffany escogió ese color porque a mediados del siglo 19 existía una marcada predilección por las joyas elaboradas con turquesas y era el tono de moda en el mundo de la joyería.
El color que empezó siendo la carátula de un catálogo, fue utilizado también para diseñar las bolsas y cajas de la marca y tanta fue la aceptación que tuvo entre los clientes que en 1886 Tiffany & Co lanzó una colección de anillos de compromiso que tenían como empaque cajas del distintivo color turquesa. A partir de ese momento, el acto de pedir la mano con un anillo de Tiffany´s empezó a ser asociado con un color y una caja que simbolizaban amor y mucha pero mucha emoción.
Fue tanto el éxito del color y la caja, que Tiffany´s consiguió patentar para su uso exclusivo el color #1837 del pantone y bautizarlo como “Azul Tiffany´s”. Con este registro nadie más que ellos pueden utilizar este color, lo cual definitivamente contribuyó a crear toda una maravillosa historia alrededor de la marca y los productos.
La fabricación de las cajas también tiene su ciencia, no vayan a pensar que son cajas elaboradas masivamente en china, todo lo contrario. Para empezar todas las cajas son de riguroso color Azul Tiffany´s, llevan impreso el logo de la marca utilizando como tipo de letra el Baskerville Old Face, y son fabricadas de manera artesanal en la ciudad de Carlstadt, New Jersey con cartón de triple grosor recubierto. Como detalle final todas las cajas vienen con una cinta de seda blanca, que en Navidad se reemplaza por una roja.
El empaque de Tiffany & Co está pensado para crear una experiencia de compra memorable que trasciende al producto y se extiende a estos accesorios colaterales, que hoy son tan o más importantes que el producto en el interior, y es que el unpacking de algo que proviene de Tiffany´s es toda una ceremonia, ya que significa participar de un mundo de sofisticación y exclusividad.
El color es parte del branding de la marca y no hay forma de separarlos. El poder del color y del empaque es el punto focal para la estrategia de posicionamiento, ya que es lo que primero evocan en la mente lo clientes cuando alguien pronuncia la palabra Tiffany´s. No visualizan un anillo de brillantes ni un artículo de plata, visualizan una caja donde el contenido puede ser infinito.
Tiffany´s es consciente del valor del empaque al punto que tiene las cajas inventariadas con la consigna que no pueden salir vacías vacías de la tienda, sólo pueden salir del almacén si llevan dentro uno de los exclusivos productos.
Charles Lewis Tiffany, hace más de ciento cincuenta años fue consciente del valor del color y del diseño del empaque como parte de la experiencia de compra y lo hizo tan bien que en la actualidad que es el símbolo de la marca, de modo que todo lo que contenga esta cajita es sinónimo de calidad, sofisticación y buen gusto.
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